Arcor y Molinos informaron que no compran trigo HB4 para elaborar sus productos. Tampoco se exporta. En la Federación de Acopiadores advierten que el transgénico termina en panaderías, fábricas de pastas y pizzerías. Los productos que lo contienen no están identificados y las familias argentinas no pueden elegir si quieren evitar el cereal modificado genéticamente.